La guerra civil española ha sido descrita en términos políticos, estratégicos, militares, filosóficos, religiosos y personales. pero esta es la primera vez que un periodista especializado en la investigación de temas históricos consigue compaginar una imagen casi cinematográfica de aquellos años. Una tenaz exploración de archivos, complementada con múltiples entrevistas personales, forma la médula de esta cautivante historia narrativa que refleja verazmente todo el coraje, el horror y la pasión de la contienda.

Mediante viñetas noveladas que expresan aquella realidad multifacética, Peter Wyden confiere a su crónica de la guerra una autenticidad apasionante. Hace revivir con brillantez el brutal campo de pruebas donde Hitler y Stalin aprendieron en secreto las técnicas de la guerra total. Por primera vez, ciudades indefensas son incendiadas mediante bombardeos de saturación. Las mujeres disparan el fusil luchando al lado de sus hombres en las líneas del frente... Casi la tercera parte de las bajas se produce por fusilamiento... Famosos escritores ponen en juego sus vidas (Orwell, recluta de infantería, herido en combate; André Malraux participa como aviador; Hemingway y John Dos Passos como propagandistas; Arthur Koestler como espía). «Todo el mundo estaba allí, excepto Shakespeare», le ha contado a Wyden un exvoluntario canadiense.

La verosimilitud de las descripciones capta el clima de la guerra como un reportaje de televisión: 4000 prisioneros son ametrallados en la matanza de la plaza de toros de Badajoz... un aristócrata de 16 años —José Luis de Vilallonga— se incorpora a un pelotón de fusilamiento de los fascistas... la Superiora de un convento desafía a sus guardianes y es ejecutada... una aldea anarquista realiza la abolición del dinero... 2000 jinetes atruenan la llanura en la última gran carga de caballería de la historia... una oradora carismática —la Pasionaria— arenga a las tropas y evita la caída de Madrid...

Testigos de los hechos hablan por primera vez de las audaces operaciones guerrilleras detrás de las líneas; de los «consejeros» secretos soviéticos; de los complicados móviles que condujeron a la destrucción de Guernica; de algunas apreciaciones deliberadamente erróneas del embajador norteamericano en sus informes al presidente Roosevelt acerca de la guerra; del fracaso de los bombardeos en picado «Stuka» alemanes; de la legalización del aborto en la Cataluña anarquista; de las secretas intenciones de prolongar la guerra por parte del general Franco