A punto de cumplir los cuarenta, Sara León comprende que no es feliz. Su trabajo en Londres ya no le motiva. Su relación con Joaquín se ha enfriado. En España, la crisis económica pone en jaque a su familia. Y lo peor está aún por llegar. Es entonces cuando entra en su vida (por la ventana, concretamente) Sibila, una elegante y misteriosa gata abisinia que parece saber más sobre la vida de Sara que ella misma. Con su mirada incisiva, su peculiar sentido gatuno del humor y la sabiduría de una especie que nos viene observando desde hace milenios, Sibila se ofrece para ayudar a Sara a enfrentarse a sus desafíos y recuperar sus sueños. Sólo hay un problema: Sara sospecha que Sibila puede no ser más que otra prueba de su incipiente inestabilidad mental. ¿O es qúe algunos gatos han aprendido a hablar? Hay muchos caminos hacia la felicidad, pero los gatos conocen todos los atajos.

About to turn forty, Sara Leon understands that she is not happy. Her job in London no longer motivates her. Her relationship with Joaquin has cooled. In Spain, the economic crisis jeopardizes her family. And the worst is yet to come. It is then, that Sibila comes into her life (through the window, actually), an elegant and mysterious Abyssinian cat who seems to know more about Sara's life than she does. With its incisive look, its unique sense of catlike humor and the wisdom of a species that has been observing humans for millennia, Sibila offers to help Sara to face her challenges and reclaim her dreams. There's only one problem: Sara suspects that Sibila may be nothing more than another test of her fledgling mental stability. Or is that some cats have learned to speak? There are many paths to happiness, but cats know all the shortcuts.