Son las confesiones más sinceras jamás descritas de un jefe de la inteligencia británica. La primera Ministra provocó un terrible escádalo al empenarse personalmente en que el libro "Cazador de espias" fuera prohibido, anteponiendo la seguridad de los secretos de Estado,a la libertad de expresión, pero fracasado su intento, hoy el libro afortunadamente se lee como un gran éxito, precisamente, a la libertad de expresión tanto en América como en Europa. !!!Qué mejor testimonio!!! que el de un director implicado al 100 por cien durante 20 anos. Sus conocimientos en la fabricación de altavoces, micrófonos y artefactos para la escucha, le permitieron entrar en el mundo del espionaje. Poco a poco fue ascendiendo y así, tal cual, como en la vida misma, el autor nos adentra de la misma manera en ese submundo tan desconocido y sólo descrito ligeramente en la ficción.