El vocablo leyenda viene por sí mismo rebosante de evocaciones a la vez que sugiere aroma de siglos perfumados por la pátina del tiempo, sabor popular, aconteceres sensacionales en ambientes tan idóneos como adecuados. Todos entendemos lo que se nos dice al decirnos que algo es legendario. Pero casi ninguno pasa de entenderlo como una vaga condición exótica, antigua y maravillosa. Por contra, la leyenda es algo definido concretamente: una narración tradicional, fantástica, sorprendente combinación de contrastes acerca de unos hechos extraordinarios con una referencia concreta de lugar y de personas bien sean históricas o imaginarias.

La leyenda, como la poesía y el teatro, tiene su génesis en la religión; nace de las creencias totémicas y animistas de los albores de las razas y los pueblos primitivos.

La cultura ancestral de los aborígenes norteamericanos es un hecho tangible que no podemos ignorar, una realidad que se remonta a muchos años antes de la aparición del hombre blanco por aquellas latitudes. Sus costumbres y tradiciones, sus supercherías, sus extraños cultos, el concepto supersticioso de la religión... Todos ellos son magníficos ingredientes con los que autores anónimos han dado vida a las más insólitas leyendas de los Indios de Norteamérica, de las que a través de esta obra presentamos una cuidada selección.