"La Casa de la Forma a sido mi libro más acojido. Toda mi laboriosa insistensia no alcansó repetir su imantasión. Claro, se trata al poso de sus palabras, sus bersos i poemas, como ojas, ramiyetes i árboles de un bosqe artifisial, de un enfrentamiento radical con nuestra existensia precaria i frájil, cuanto digna su grasia. El temblor del lenguaje oscila el de la materia i la enerjia; en la probosis del significante resiprocamos el embudo del significado. Lo real nos estruja i estimulam, i nosotros maldesimos bendisiendo - o al contrario. La poesia afronta el sentido de las palabras, le enfrenta el balor conmobedor de su ejersisio, i en un agto de umildá qe arriesga la arrogansia, le afrenta su amor arrebatado. LCdlF a incurrido bulgaridades reclutando adesiones entusiastas; las finesas qe a destilado son responsables de otras - abeses en un mismo legtor. En medío siglo no e puesto ni qitado a su cuerpo comulgado, intocada.