An edition of Yo, Carlos Menem (1989)

Yo, Carlos Menem

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November 12, 2020 | History
An edition of Yo, Carlos Menem (1989)

Yo, Carlos Menem

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El relato autobiográfico, aunado a la compilación de textos y testimonios recogidos por el Profesor Enrique Pavón Pereyra, está colmado de anécdotas que hacen aun más vívido el retrato de este hombre que conduce los destinos de la Argentina. Desde la ascendencia de los Menem-Akil hasta la asunción presidencial del 8 de julio de 1989, todo el hombre y su espíritu.

La familla, la infancia en el barrio de San Francisco, el boxeo con “el oso del circo”, la primaria y sus compañeros, el flaco Ártico y las travesuras de la secundaria, los bailes en lo de Nieto, la universidad y su paso por Córdoba. El tuerca, el futbolista, el deportista. La Revolución Libertadora, los encuentros con Perón, las gobernaciones, las prisiones, la muerte de su madre Mohibe y, finalmente, el camino a la Casa Rosada. Tristezas y alegrías se entremezclan en las historias que Menem y sus amigos más cercanos desgranan a lo largo de este libro que intenta, por sobretodo, mostrar a un hombre sencillo y humilde que ha llegado a la presidencia de la Nación.

PALABRAS PRELIMINARES

Concibo la obra como producto de una necesidad, porque sin una motivación real y genuina todo se deshace, todo se desmorona como un castillo de naipes. Y desde que conocí a Carlos Menem, su figura fue creciendo como motivación para este trabajo.

Lo vi por primera vez allá por el año 1964 cuando él visitó al ex presidente Perón en su casa de Puerta de Hierro, en Madrid. Pero puedo decir, en honor a la verdad, que ya por entonces me impresionó vivamente. A partir de 1978, un amigo en común, el ex diputado nacional santafecino Jorge Bonino, quien acababa de salir de prisión, nos invitó a ser oradores ante un reducido grupo de personas. Allí comenzó mi relación con Carlos Menem.

A lo largo de nuestras vidas, ambos hemos realizado una labor de siembra en el campo político, en forma pública o privada. Ambos hemos seguido una huella, yo como doctrinario y él como político y también como doctrinario. Esta es la diferencia fundamental. El ha asumido los resultados de su prédica y yo me he limitado a sembrar.

Puedo prometer ser sincero pero no imparcial, y he aceptado con todas las consecuencias del oficio, que cada día que pasa recorta más el margen de error, la elección de Menem como un varón representativo de la argentinidad.

Un varón con las virtudes y defectos propios de un hombre mineral, en la acepción que le daba Vasconcellos, el eminente pensador político y caudillo que fue la más alta expresión filosófica de México, y quien conservó una amistad con Perón que iba en ascenso cuando la muerte nos lo arrebató.

Carlos Saúl Menem, insisto, ejerce el oficio de hombre con las virtudes y defectos de un hombre mineral, y su gran fe en Dios es su guía y juez.

Esta biografía excluirá agravios y condenas porque pretende reflejar el espíritu moderado de su protagonista, que no es un hombre sin carácter. No. Es un hombre que se dedica a actuar lo que piensa, es un hombre de acción, no por falta de carácter es una suerte de perdonavidas, sino por su exceso de carácter y de moderación se percata de que en su política no puede figurar ni el agravio ni la condena, no pueden aparecer las palabras irreparables; porque en política siempre hay un margen para el entendimiento, para ceder posiciones en beneficio de una idea común o mancomunada. Esto es lo que Menem busca en su quehacer diario.

Admito que jamás he emprendido una tarea biográfica con tanto entusiasmo ni tanta certidumbre de poder dar una respuesta válida e idónea a la curiosidad que existe en torno a la personalidad de Carlos Menem. Ya es un hombre americano, pero creo que también ha comenzado a ser un hombre universal.

Mi curiosidad intelectual hacia el hombre que hoy conduce los destinos de mi patria llegó como un pasmo de enigmas y su resolución me ha llevado a encarar esta historia de vida, Por lo tanto, el origen de ella consiste en dar una respuesta a esta necesidad de interesarse por los modelos clásicos, porque toda mentalidad que presenta enigmas es una mentalidad clásica que comienza a entenderse recién a través del tiempo. Como ejemplo, ha tenido que pasar siglo y medio largos de la muerte de Simón Bolívar para que éste comenzase a ser actual. Es decir, de pronto se actualizan los grandes caracteres panamericanos y, ciertamente, pienso que esto va a pasar con Carlos Menem.

Cuando se entienda que no lo vamos a explicar nosotros, cuando se interprete dentro de uno o dos siglos la razón, las motivaciones que impulsaron su dinámica generacional; que no tiene reparos en buscar modelos vivos, si acaso a Perón, su impronta ciertamente será insoslayable. Todas sus tentativas, sus experimentos, sus propósitos; todo su quehacer, más que formulado, impreso en su pensamiento, en sus conversaciones privadas y aun públicas y escritas, muestran su modelo nacional, todavía no realizado, apenas delineado. Acaso porque Juan Domingo Perón vio tronchado su último proyecto de país por la muerte, su propia vida biológica no le permitió más que trazar proyectos que el propio Carlos Menem pone al descubierto y en Menem pone en movimiento los proyectos que Perón solamente esbozó en sus conversaciones privadas y que yo en parte, sólo en parte, las he divulgado.

Preveo horas liminares para el futuro argentino, y en esa empresa de reconstrucción nacional a la que. Menem nos convoca debemos transferir el protagonismo del pueblo al terreno público. Porque el riojano es un hombre que se f mueve de continuo, y esto es lo más importante de su personalidad y el rasgo que lo asemeja a Perón.

Apenas unas horas antes de asumir la grave responsabilidad de conducir los destinos de la República, tuvo para mí un momento de atención. Se detuvo en sus saludos, me miró, y como respondiendo a una pregunta del propio Perón, me dijo: “En ningún momento, don Enrique, en ningún momento voy a quedarme quieto. Voy a asumir todas las responsabilidades que me presente la realidad”. “¿Y si fracasa?”, balbuceé con mi impronta de viejo argentino que ha visto pasar en este país las cosas más increíbles... «Si fracaso -me contestó con una seguridad que no daba margen a la réplica-, intentaré revertirlo con otros equipos, si fracasan éstos iré a otros, en meses sólo, o en semanas si la historia me apura. Cambiaré todos los equipos que sean necesarios para sacar a la Argentina hacia adelante. Si veo evidente el deterioro, si observo que no salimos de este estado de indefensión en que nos encontramos, si no puedo reducir los casi diez millones de argentinos que pasan hambre, esto Enrique, no me debe permitir ni el sueño, ni la vacilación en la elección de los hombres”. El presidente notó que mis ojos seguían preguntando con un fervor enorme, con ese fervor que sólo los adolescentes tienen, me aseguró: “Don Enrique, yo soy como un general, que no tiene otra obligación que vencer al enemigo, desde luego con el sacrificio de hombres, con victorias militares que se consiguen con la mitad del ejército sacrificado en el campo de batalla. Entonces... -meditó unos segundos-, esta equiparación al hombre que como general asume la presidencia de la Nación, en un país que tiene una tradición de fuerte concentración del poder, el presidente de los argentinos no debe tener ninguna vacilación, ningún titubeo en ir una y otra vez a quien convenga, tenga la extracción o el tinte político que sea. Si este hombre es necesario, si estos hombres son necesarios... ¡les beso el trasero! -como diría Napoleón- ¡voy y le beso el trasero y lo traigo a mi lado para que nos sirva a todos en nombre de Argentina, que ésa es mi señora, ésa es mi obligación y ése es mi destino, tener a la Argentina satisfecha, tener nutrido a mi país de realidades que le permitan crecer, que le permitan ser feliz!”. El riojano Menem se había transmutado, parecía el riojano Quiroga. Y pensé para mis adentros: “Es Menem, el de los llanos”.

Por todo ello, por su movilidad constante, es un hombre que duerme poco. Está en la búsqueda tanto fuera como dentro de la forma de sacar al país de una situación límite, patética, como él la llama.

Tome en cuenta, usted, que Menem recibe el país con menos de cien millones de dólares como toda reserva financiera. Un país que carece de crédito tanto en América como en Europa y Extremo Oriente. Es decir, nadie está dispuesto a invertir ¡quién va a apostar a la economía argentina! Además, con una estructura industrial obsoleta, que no ha sido reparada ni remozada en ninguna medida, con todo el ahorro externo colocado en conocidos centros de captación de dinero, no han aflojado su apretón de la garganta argentina.

Y esto es lo que quiere torcer Menem, lo que va a cortar. Uno de los primeros rescates que tenemos que hacer es el de las Islas Malvinas. Esto es una obsesión para el Presidente, ir a un arreglo, para recuperar las Malvinas, no por medios bélicos sino por medios que no se han aplicado ni se han estudiado hasta ahora con seriedad, aunque ya algunos estudiosos han apuntado a esa política de apretar en su glándula más sensible que son los intereses financieros, para que suelte de sus fauces a nuestras hijas perdidas y que aún permanecen en poder de los británicos.

Pero no quisiera cerrar este prólogo sin referirme brevemente al proceso que va desde su candidatura presidencial hasta la elección como Presidente de la Nación.

El 9 de julio de 1988, el Partido justicialista, en un signo de clara democratización interna y en un acto transparente y pacífico, llevó a cabo la elección del candidato presidencial, que representaría al peronismo en las elecciones del 14 de mayo de 1989. Este primer tramo sin duda ha dejado sus resquemores y heridas a medio cerrar; además, ha actualizado las aspiraciones fundamentales de Perón de organizar su movimiento.

Menem se sabía ganador, y su victoria no fue preparada ni en uno ni en cinco años de trabajo. I comprobado, y en este libro saldrá a luz, una labor efectiva y coherente, que esta marcha hacia la primera magistratura tiene no menos de veinte años de antigüedad; ya lo sabe, por ejemplo, cuando pronuncia el discurso de despedida de los restos mortales de Perón el l de julio de 1974. Sin embargo, ya en 1964, cuando sus encuentros con el General, estaba implícita su aspiración, por lo que podríamos hablar de un cuarto de siglo de lucha ininterrumpida. De recorrer los caminos de la patria una y otra vez. Viajando de un lado a otro, poniendo su cara, dando testimonios de su cuerpo cansado pero triunfador en Catamarca, Rosario, La Pampa... También ha puesto su cara durante todo el período de prisión: la dura cárcel en el “Treinta y Tres Orientales”, la prisión que se le fijó sucesivamente en Magdalena, en Mar del Plata, en Tandil, en Las Lomitas, y en La Rioja misma cuando no se le permitió salir de su casa.

Entonces, todo esto que hoy vive Carlos Menem no ha sido producto del azar, ni de la casualidad, ni de la suerte. Esto es la construcción de una victoria que en el caso del riojano tiene mucho rescate del sentido no mesiánico porque nada tiene de mesiánico, pero sí una impronta árabe-oriental, es decir, una mezcla de profeta menor, de inspirador de la gente marginada. Este es un verdadero federalizador, y, ¿a quiénes va a recurrir para federalizar la Argentina? Recurrirá a la gente marginada, a las gentes de las villas miserias, a los de menores recursos, a la gente de provincia, quienes no habían tenido cabida en la Argentina de apariencia federal.

Y en esto vuelven a coincidir Perón y Menem: el problema argentino no es el de un país subdesarrollado o en proceso de desarrollo, como quieren decir muchos avisados. No, la Argentina es un país que perece por descapitalización; sus propios ahorros han sido mal colocados, y bastaría saber aproximadamente qué cifras de capital argentino, de ahorro argentino, fueron depositadas en lugares seguros del gran capitalismo internacional. Y éste es parte del escarnio argentino, el capitalismo criollo prefiere tener fuera del país el producto de los créditos argentinos, del sudor de los argentinos, de sus reservas, sin importarle ni poco ni mucho, mejor dicho, nada, el porvenir del país.

Es decir, que si no se crean las condiciones que alienten la seguridad, el capital no viene, no podernos olvidar aquello que solía decir Perón: “El capital es la cosa más cobarde del mundo”.

En buena hora ha llegado al país esta respuesta madura a la opinión pública, que interroga sobres sus enigmas, y a los que Menem ofrece respuestas como un semidiós polifacético y poliforme. La cabeza del riojano es como la de la diosa Shiva, en cada instante presenta un nuevo rostro porque son varios los rostros de esta Argentina que no está aun soldada, que tiene fragmentos arrancados del cuerpo, por lo que ahora hay que inventar no solamente una nueva política sino un nuevo lenguaje y un nuevo orden de prioridades. Así, buscará el despliegue, pondrá en movimiento los resortes que no aparecen, sacará a la superficie el país subterráneo.

Carlos Saúl Menem buscará los medios para movilizar esas reservas que permanecen quietas, las buscará desde su Siria americana, desde los Valles y Llanos de La Rioja, donde reencuentra su raza central, donde crece para luego asomarse a las otras ciudades y poner pie en Buenos Aires. Porque lo he visto hablando al hombre de las afueras, para el hombre que no pisa fuerte en las ciudades, que usa la alpargata y no el zapato. Ahí es fuerte Carlos Menem, entre las gentes de la campaña, siempre ha sido poderoso allí, un caudillo de las afueras, un caudillo de los marginados, de los barrios de lata de las villas miserias.

A Carlos Saúl Menem no le tocará bailar con la más fea, le tocará manejarse con un país inexistente. Para decirlo de una vez por todas, el riojano deberá lidiar con un país que exige una nueva fundación de la República.

ENRIQUE PAVÓN PEREYRA

Antes de terminar estas líneas no puedo ni debo omitir mi mayor agradecimiento a mis más íntimos colaboradores que me posibilitaron la realización de esta compilación, ellos Son: mi amigo Ignacio Corbalán, Eduardo Paladín, Hugo Martínez de León, Adrián Piccolo en la redacción final, y desde luego a mis editores. También deseo que este mensaje, que nos deja Carlos Menem, sea tomado como bandera y ejemplo por m más preciados amores, mi hijos Valeria y Enrique Manuel.

PRÓLOGO

Siempre hice de mi vida lo que me gustó hacer, y ésto es prueba de ello: plasmar en un libro el reflejo de gran parte de mi vida, no diría de toda mi zarandeada existencia porque sería un exagerado, ya que hay cosas que escapan lógicamente a la memoria. Aquí están los diálogos con gente que fue y es mi amiga de toda la vida; hombres y mujeres que han dejado una profunda huella en mi ser y que enriquecen este libro.

Mi conocimiento del general Perón lo profundicé, 1 por la década del 60, cuando llegaron a mis manos los escritos del profesor Enrique Pavón Pereyra. Y nadie más que él tiene los lauros suficientes para considerarse el biógrafo del General. Por lo tanto, es para mí un honor que don Enrique haya accedido a colaborar en mi biografía.

Quien quiera conocer la vida de un político de una provincia muy pequeña, de un pueblo más pequeño aun, que alcanzó proyección nacional e internacional a partir de una conducta inclaudicable en la defensa de los intereses populares y nacionales puede repasar estas páginas sin adornos; y, añadiría, sin prevenciones ni prejuicios. Conozco bien mis raíces, porque siempre es útil saber de dónde venimos, para elegir, para optar y para no ensuciar nuestras manos... Entonces, si convenimos con estas premisas, estas páginas habrán cumplido su objetivo único y final: establecer un puente de oro entre un servidor de una gran causa, la causa de su pueblo y los millones de seres anónimos, fieles y sufridos que saben (porque todo se sabe) que yo no los defraudaré jamás.

CARLOS SAÚL MENEM

Publish Date
Publisher
Editorial Ceyne
Language
Spanish
Pages
300

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Edition Availability
Cover of: Yo, Carlos Menem
Yo, Carlos Menem
1989, Editorial Ceyne
Paper in Spanish

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Book Details


Table of Contents

ÍNDICE
Palabras preliminares
Prólogo
PRIMERA PARTE 1930-1955
Una señora de tul
Los Menem
La primaria
La bodega
Pelota de trapo
Donde nace el agua
La secundaria
Una incursión en las tablas
Chaya riojana
Chango lindo ese Carlitos
Baile en lo de Nieto
La colimba
El caballo del comisario
La universidad
SEGUNDA PARTE 1955-1976
Después de La Libertadora
Con la mirada en Madrid
Zulema
De regreso a La Rioja
Primera gobernación
Nacer y morir
TERCERA PARTE 1976-1981
El Treinta y Tres Orientales
Magdalena y Mohibe
Mar del Plata
Las Lomitas
CUARTA PARTE 1981-1989
Segunda gobernación
Coche a la vista
Los otros deportes
Calavera no chilla
Levántate y anda

Edition Notes

Published in
San Isidro, Argentina

Classifications

Dewey Decimal Class
982.06/092, B
Library of Congress
F2849.22.M44 A3 1989

The Physical Object

Format
Paper
Pagination
300p.
Number of pages
300
Dimensions
21.5 x 13.5 x 2.5 centimeters
Weight
350 grams

ID Numbers

Open Library
OL1949517M
LCCN
90174720
OCLC/WorldCat
22307374
Goodreads
3445994

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