La obra literaria de Henry Thoreau es amplia y heterogénea. Cultivó el ensayo extenso, el género oratorio, la poesía, y dedicó buena parte de sus afanes a la construcción de su Diario (1837-1861). De los catorce volúmenes de que consta este diario, existe una edición de 1906 que se puede considerar completa. Con motivo de su centenario, en 1962, se reeditó esta obra fundamental. Sus reflexiones personales las va luego elaborando y organizando: de ahí salen sus discursos y sus ensayos cortos. En estos ensayos, sin lugar a dudas, Henry Thoreau se refleja a sí mismo, tanto como refleja igualmente los acontecimientos políticos, sociales y culturales de su época. Persona atenta y sensible ante el devenir histórico de los Estados Unidos de la prmera mitad del siglo XIX, Henry Thorau va reflexionando, y tomando partido inequívoco, en favor de la libertad, la individualidad, la justicia, el abolicionismo, el sentido ético del comportamiento personal y colectivo, la resistencia decidida a cuanto se oponga a todo ello.
Dentro de estas coordenadas hay que entender los cuatro ensayos agrupados en este volumen, que ilustran, de modo admirable, la síntesis deiléctica entre soledad individual y solidaridad social a la que el entrañable Henry Thoreau supo llegar, en su vida y en su obra.